martes, 23 de diciembre de 2008

Querido Sr. Carlos Bianchi:


Este es un mensaje lleno de despecho y celos. Antes que alguno lo piense, lo reconocemos nosotros. Creemos que es hora de hablar de lo que nos pasa. Sépalo: ha logrado dividir aguas entre los hinchas de Vélez… están los que lo quieren incondicionalmente, poniendo por sobre todo lo que Ud. le ha dado al club, y están los que se sienten traicionados, los que privilegian lo que el club le ha dado a Ud. Pero lo que los une a todos, además del sentimiento por los colores, es el amor por su figura. Porque nadie puede sentirse traicionado por alguien que no ama.

En fin, en esta historia de amor y desencuentros, no hemos logrado olvidarlo. Y, pese a sus evasivas a nivel público, sabemos que Ud. tampoco. Si no, no frecuentaría su palco en el Amalfitani, ni iría a agasajos por aniversarios de glorias pasadas… Entonces, lo que le exigimos ahora es que nos hable a todos por algún medio masivo. Que dejemos atrás esa excusa caprichosa de no volver si Vélez no está peleando el descenso, tan veraz como que en Argentina no dirigiría a otro equipo que no fuera el Fortín (¡ja!) o como la firma de aquel contrato roto antes de tiempo en 1996 ante una tentación romana. Queremos que nos diga claramente por qué no quiere regresar con nosotros.

Si seguimos en esta nebulosa, en este vacío de razones claras, cada vez que se dé la oportunidad, va a haber una ilusión de hincha condenada al desencanto. Y cuando le responda sí a Boca, va a herir a los castigados corazones velezanos. Díganos la verdad aunque no nos guste escucharla. Díganos, si es necesario, que mientras Gámez esté detrás de una Comisión Directiva ni se le va a ocurrir acercarse al equipo, así como lo reconoce Chila o a Ud. mismo le pasa con Grondona y la Selección. Díganos, de ser verdad, que jamás podríamos pagarle lo que pretende. O que le parece más trascendente ser el Rey de La Boca que el Virrey de Liniers.

Pero por favor, terminemos con este histeriqueo, seguramente involuntario de su parte pero alimentado por su silencio y que convierte al hincha en su víctima inevitable. Bianchi, Carlitos, Virrey… si Ud. realmente nos quiere ¿por qué a ellos les diría que sí y a nosotros siempre no?

Esperamos su respuesta. Chau, felicidades.

Marisa Pontieri

Por Marisa Pontieri

Columnista de TycSports

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