El "poroto" Cubero festeja el gol.
Detalles del encuentro
Tigre: Islas, Jeréz, Paparatto, Blengio, Arruabarrena, Oviedo, Castaño, Rusculleda, Ayala, Luna y Lázzaro.
Vélez: Montoya, Cubero, Domínguez, Otamendi, Papa; Cabrera, Razzotti, Zapata, Ocampo, Larrivey y López.
Árbitro: Carlos Maglio.
Los dos necesitaban ganar por primera vez en el Torneo Clausura. Tal vez la mayor urgencia era de Tigre, que arrastraba dos traspiés en dos presentaciones, pero lo cierto es que otro resultado que no sea un triunfo hubiese caldeado los ánimo por Liniers luego de los dos empates con los que Vélez inauguró su 2009. Y el festejo fue del Fortín, inapelable, por 2-1, y todas las preocupaciones quedaron en Victoria.
En los primeros minutos, la dinámica del juego se centró en la mitad de la cancha. Ninguno de los dos equipos se arrimaba a las áreas y el partido amenazaba con convertirse en una lucha sin audacia. El primero en romper el hielo fue nada menos que Joaquín Larrivey, quien encontró un espacio para disparar desde afuera del área, aunque sin puntería.
Durante el desarrollo, Vélez insinuó más gracias a la gran tarea de Franco Razzotti en el medio, la gravitación de Emiliano Papa y Nicolás Cabrera y la movilidad de Darío Ocampo. Larrivey volvió a intentar con un remate en las narices de Daniel Islas que tapó el uno, y por eso se sentía más olor a gol del lado de la visita.
Pero a los 34 minutos, Sebastián Rusculleda envió un centro frontal de tiro libre y Néstor Ayala peinó alto; Germán Montoya apenas desvió el balón y no pudo evitar que terminara en la red.
Sin embargo, el Fortín no se desarmó. Continuó con sus embates; Víctor Zapata remató desde afuera y sacó Islas y Pablo Jerez tuvo que salvar un tiro en la línea. Hasta que a los 43 el juez Carlos Maglio vio un polémico penal sobre Sebastián Domínguez y Rodrigo López lo ejecutó fuerte y al medio. La justicia llegaba de la mano de la duda.
La segunda mitad no tuvo mucho tiempo para el suspenso. Apenas Leandro Lázzaro había cabeceado afuera cuando, a los ocho minutos, Cabrera recibió un cambio de frente por derecha y habilitó a Larrivey, quien se encontró solo en el primer palo frente a Islas y definió bajo y a su izquierda.
El tanto le permitió a Vélez retroceder un poco, ceder el balón y pasar a dominar con inteligencia y sin sobresaltos. Sólo un cabezazo de Lázzaro que sacó Montoya rompió con la hegemonía de los de Ricardo Gareca, que pudieron aumentar con otro intento de Larrivey desviado, un tiro libre de Cabrera apenas alto y un disparo del ingresado Jonathan Cristaldo que desvió Islas.
La impresión final fue que el Matador no podría igualar por más que el encuentro se extendiera indefinidamente. Tigre se hundía en su crisis y Vélez, que va tomando forma, comenzaba su primera semana sin tantas dudas.
Fuente: TyC Sports
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