Vélez iba a la Bombonera con el perfil más bajo de los últimos cinco años. Y claro si hasta los mejores equipos de Vélez que fueron de banca sufrieron goleadas difíciles de olvidar. Si alguien aseguraba que después de la estrepitosa derrota frente a Gimnasia en el Amalfitani, íbamos privar de la soledad en la cima del campeonato a Boca seguramente lo internarían en un Neuropsiquiatrico de urgencia. Pero este equipo de Vélez que pierde por goleada con Colón demostró que le puede ganar a Boca en la Bombonera con orden táctico y por sobretodo con presencia en la cancha, esa presencia que impidió que el equipo de Ischia se nos viniera al humo cuando ya tenían dos goles adentro.
Hacia diez largos años que Vélez no conseguía una victoria de visitante frente a Boca. En aquella oportunidad fue como en esta ocasión 3-2 con goles de Castromán, Husaín y el gran Chilavert.
El por ahora director técnico, o mejor dicho hasta que termine el contrato, estoy hablando de Hugo Tocalli planteó en la cancha el clásico esquema 4-4-2 con Cubero y Coronel dueños del medio campo y Cristaldo y Nanni responsable de hallar el gol. Pero esta vez el que abrió el marcador fue el defensor blanco de crítica en Vélez, Mariano Uglessich. Después de un tiro libre ejecutado por Papa, el Ruso apareció solo en el borde del área chica inflando la red con un soberbio cabezazo que puso en ventaja al equipo de Liniers.
Boca pudo empatarlo enseguida en una ráfaga de llegadas, en una lo tuvo como protagonista a Cáceres que cabeceó sin fuerzas.
El cronómetro marcaba 35’PT y hasta acá el partido no ofrecía demasiado juego de ninguno, a pesar de no aburrir, el encuentro abusaba de los centros por las bandas buscando alguna cabeza.
Ya en el complemento, a los 6’ST el tan ansiado gol vino gracias a una corrida memorable de Cabrera, recientemente ingresado por Bella. La euforia y el descontrol en toda la popular de Vélez y encada lugar de la Argentina en donde se encontrara un hincha de Vélez… Siempre es lindo ganarle a los bosteros!!
El descuento para ellos vino 7 minutos después: Forlín agarró el rebote después de que Riquelme estrellara un pelotazo en el travesaño de tiro libre.
Dos a uno y a sufrir. De todas formas, Vélez siempre controló el partido y nunca se quedo. Salió a buscarlo y lo encontró. Cubero jugó con Nani, quien se la pasó adentro del área al churri Cristaldo y en una baldosa se sacó de encima al defensor de Boca y estampó el tercer gol de Vélez. Después vendría nuevamente el descuento para el local y la tortura psicológica nuevamente pero que el conjunto de Tocalli lo supo manejar como ningún otro equipo que fue a la Bombonera.
Cerrando esta crónica de un triunfo no anunciado, tengo para decir que a pesar de todo lo malo en este semestre, Vélez consiguió algo que hacia mucho que no se daba: Ganarle nada más y nada menos que a River y Boca en su cancha respectivamente. Y eso es valorable.
fuente : yo fortin
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