domingo, 24 de agosto de 2008

Rumbo al perdón.

Víctor Zapata, hostigado por la gente desde que les hizo gestos, metió el 1-0 parcial y calló los silbidos e insultos.





SE ABRAZÓ CON SUS COMPAÑEROS Y LUEGO TIRÓ BESOS.


Víctor Zapata se condenó cuando en aquel partido ante Arsenal, en el torneo Clausura 08, le hizo gestos a la gente de Vélez de que no los escuchaba. No se lo perdonaron. En el arranque de este torneo frente a Independiente, incluso, volvió a cruzarse con su público y cuando entró al campo para el segundo tiempo, desde las tribunas pidieron su salida. Anoche, en la segunda presentación en el Amalfitani, el Chapa arrancó peleado con sus hinchas, pero el gol que hizo le sirvió para aplacar un poco el hostigamiento al que lo sometían principalmente desde los sectores de plateas.

Ya de entrada, cuando le llegó un centro al segundo palo y pifió el remate, Zapata tuvo que escuchar la reprobación de sus hinchas. Lo silbaron, lo insultaron. Se generaba un murmullo generalizado cada vez que tocaba la pelota. Por más que haya ofrecido varias veces sus disculpas, parece que no se las quieren aceptar... La autocrítica que hizo no le sirvió.

Recién cuando a los 11 minutos del segundo tiempo recibió la pelota por izquierda y sacó un zurdazo cruzado que se convirtió en el 1-0, Zapata pudo jugar más tranquilo. Porque después de meter el gol de su equipo, el que lo puso en ventaja, ya no recibió más sonidos de reprobación. La platea no se la agarró más una y otra vez con él.

Evidentemente, parece que el Chapa va a tener que remontarla en la cancha, con sus actuaciones, con algunos goles. El que convirtió anoche puede llegar a ser el principio del perdón.

fuente. ole

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