
Cubero y Nico Cabrera lo ayudan a sostener el cartel que le hizo el plantel. Desde que volvió a la Villa Olímpica, Leandro recuperó la felicidad. Ahora se fue a Necochea con el resto del plantel del Fortín.
Se sienta. Bromea. Transmite calma, con la sonrisa como estandarte. La patada (no intencional) de Ramiro Leone ya quedó en el cajón de los recuerdos. La fractura de tibia que sufrió la noche del 28 de octubre último, ante San Martín de Tucumán, es parte de su pasado. Mira siempre para adelante. No se queda con recuerdos... sólo con lo que vendrá. Se trata de la principal inyección anímica del plantel en cada bajón, incluso en el de su propia lesión.
Leandro Somoza es un león de mil batallas. Y sabe muy bien que el equipo lo necesita. Por eso, siempre estuvo al lado del grupo y sólo se distiende, siempre atento, ante cada charla que le proponen. Como en ésta con Olé.
-Se te nota contento, con buen ánimo...
-Ya pasó lo peor. Lo que más me preocupaba era la operación porque es la primera vez que paso por esto. Pero gracias a Dios salió todo bien. Ni me tuvieron que poner yeso. La operación salió muy bien y aceleró los tiempos y las ganas. La posibilidad de haber ido a entrenarme otra vez, de compartir momentos con mis compañeros, de poder movilizarme bien en la pileta hacen que esté más contento.
-Y te da más ganas de volver cuanto antes...
-Sí, soy consciente de que hay que darle tiempo. Yo tengo ganas de jugar ya, pero todos sabemos que no se puede porque es un hueso, hay que esperar a que se suelde. El clavo es para que quede más firme. Hay que esperar a ver cómo mandan las radiografías...
-¿En qué pensaste en el momento de la lesión?
-En el primer instante me agarró mucha calentura porque estaba pasando por un gran momento. Sí, fue muy duro pero ya pasó. Ahora solamente queda recuperarme lo más rápido posible.
-Lo asimilaste rápido.
-Al toque. Al otro día ya me habían dado fecha para operarme y me quería operar lo más rápido posible. Quería que pasase rápido porque a partir de ahí ya empezás a contar los días para la vuelta. Si la operación no se hacía o si hubiera salido mal, todo habría sido mucho más difícil. Son circunstancias, son piedras en el camino que a uno le ponen para seguir creciendo y hay que tomarlas como tal.
-¿Siempre supiste lo que te había pasado?
-No. Por cómo fue el golpe y por cómo sentía yo la pierna, sabía que había sido grave: tenía un dolor terrible que no podía ser el de una patada normal. Algo preveía. Pero pensé que era el tobillo o más abajo porque se me había dormido toda la pierna.
-Entre el martes de la lesión y el domingo siguiente, a los muchachos del plantel se los vio bajoneados. Decían: "Es increíble cómo él nos da fuerza a nosotros...".
-Jaja. Sí, es como te dije antes. Después del partido con Tucumán y el día posterior, obviamente, estuve con mucho dolor. Pero una vez que pasó el tema de la operación, tomé conciencia de la situación. Venían al hospital a saludarme o me llamaban por teléfono para saber cómo estaba y yo les decía "nada, estoy bárbaro, ya pasó". Y les daba ánimo porque necesitábamos los puntos.
-Y, de paso, también los cargabas...
-Ja, sí, estaba pendiente del celular como si estuviera en la concentración con ellos. Y apenas pude manejarme sin el permiso de los médicos, fui para la Villa. No me molestaba para manejar y era la mejor forma de pasar los ratos que tenía libres.
-Te fueron a visitar por sorpresa...
-Fue muy lindo. Significa que uno hace las cosas bien. Es gratificante tanto lo del plantel como la gente que escribe en la página web de Vélez.
-En el sitio oficial hay una sección para dejarte mensajes de apoyo.
-La verdad que da muchas fuerzas. Te revitaliza... Estas lesiones te hacen ver cosas que en la vorágine de todos los días, no ves. Por ahí lo sentís pero no ves el cariño que te tiene la gente o tus compañeros.
-¿Algún mensaje en especial que recuerdes?
-Todos, todos. La verdad es que todos me llegaron. No sé cuántos mails hay... Es más, los estoy imprimiendo a todos porque es un lindo recuerdo. El hecho de que la gente escriba ahí para uno... Nunca lo hubiese imaginado. No tengo palabras de agradecimiento. Gente que por ahí no te esperás... Que te llamen en un momento así, algo significa. Desde el primero hasta el último. Estoy muy agradecido.
-¿Volviste a ver la jugada por tele?
-Sí, la veo seguido porque tengo el video, jaja... Tengo el partido grabado. Sí, la veo. Fue una jugada rara. Por ahí, él levanta la pierna y yo vengo con impulso, sigo y ahí me agarra la tibia en el aire. Son cosas que pasan.
-A Hugo Tocalli le dio pena porque fuiste a jugar esa pelota a los tres minutos como si fuese la última... ¿Te arrepentís?
-No, no me arrepiento de nada. Una de las características que tengo es la de pelear la primera pelota así como me pasó. Las peleo a todas igual.
-Además estabas en un buen nivel y habías ido a la Selección.
-Sí, duele, pero ya está. Las veces que me citaron a la Selección, lo hicieron porque estaba en mi nivel y ahora no queda otra que volver y rendirle a Vélez. Voy a estar de nuevo en la Selección, no tengo dudas. Ahora hay que estar más tranquilo que nunca.
-Cuando vuelvas a la Selección vas a notar un pequeño cambio, eh...
-Ja, sí, será una prueba más ahora. Es algo muy lindo estar ahí. Tuve la suerte de estar en dos o tres oportunidades y es algo hermoso. Hay que trabajar para eso. Y si viene el llamado de Maradona, bienvenido sea.
-¿Cómo lo ves a Diego en su nuevo puesto de técnico de la Selección?
-Bien, creo que puede transmitir, más allá de lo que diga, toda la experiencia que tiene. Y eso es fundamental adentro de la cancha y en un vestuario. Ojalá que las cosas le vayan bien...
-¿Te imaginás con Diego retándote, enseñándote alguna jugada o corrigiéndote algo?
-¡Ojalá! Ojalá porque sería una doble emoción: primero por estar en la Selección y segundo por haber conocido personalmente a Maradona. Sería muy lindo. Es el sueño de cualquiera.
-¿Y cómo ves a Fabián Cubero haciendo de Somoza, ahora?
-Jaja, muy bien. Con la experiencia que tiene Fabi... Especialmente, en el partido ante Boca... Pero creo que más que nada se debe rescatar lo de los más chicos. Eran los más presionados. Obviamente, los más grandes jugaron como se esperaba. Lástima que no pudieron mantener el nivel en los otros partidos del final del torneo.
-Volviste de Europa con la idea de recuperar un nivel que te permitiera regresar. Pero ahora te agarró la lesión. Al menos por un tiempo vas a quedarte en Vélez...
-Sí, es verdad, pero hay que ver cómo se dan los tiempos. Depende de cómo vaya la recuperación. Recién en febrero voy a estar para entrenarme a fondo con los demás. A partir de ahí se verá. Por ahí en marzo puedo empezar a jugar... Tengo contrato hasta junio y ahí se verá qué pasa. Yo tengo las mismas ganas y el mismo deseo que antes.
-El propio Ricardo Gareca aseguró hace pocas horas: "No creo que podamos arrancar el torneo con Somoza, pero sí en las fechas posteriores".
-Eso es bueno. Da más fuerzas. Ojalá pueda estar cuanto antes. Pero hay que respetar los tiempos del hueso...
-¿Ya pudiste hablar con Gareca?
-Sí, un poco. Nos encontramos en Vélez y la primera impresión es la de una persona muy tranquila, que transmite serenidad a los demás. Ojalá que le salgan bien las cosas a él y a todo Vélez.
-Mejor que en el torneo pasado...
-Sí, claro. En realidad, nuestra ilusión era la de entrar a las copas y salir campeones. Los objetivos a partir de ahí, en esta nueva era, son los mismos...
fuente : ole
0 comentarios:
Publicar un comentario