viernes, 19 de septiembre de 2008

En la sexta fecha se vio el equipo.

En un partido clave para ambos equipos los tres puntos se lo llevó el que más quiso, el que más puso, y el que más organizado estuvo durante los noventa minutos.
Vélez tal vez jugó el mejor partido de este campeonato, o eso es lo que pareció ya que enfrente tuvimos un River que no encontró el juego colectivo...


En un partido clave para ambos equipos los tres puntos se lo llevó el que más quiso, el que más puso, y el que más organizado estuvo durante los noventa minutos.
Vélez tal vez jugó el mejor partido de este campeonato, o eso es lo que pareció ya que enfrente tuvimos un River que no encontró el juego colectivo y tuvo pocas situaciones principalmente en la primera etapa.
Tocalli planteó este partido resguardando un poco más el arco fortinero y con Nico Cabrera que remplazó a López para darle salida por las bandas.
El equipo de Liniers se mantuvo ordenado sobre todo en la línea defensiva: jugando por momentos con línea de tres encabezada por Cubero que cubría las espaldas de Díaz.
A los 38 minutos Cristaldo pone de cabeza el 0-1 parcial tras conectar un centro de Papa que a su vez fue habilitado por Zapata. El “9” de Vélez se elevó entre medio de dos defensores y la colocó en la esquina inferior del palo izquierdo de Ojeda.
En la cancha ya no estaba el colombiano Falcao por un desgarro y Vélez se iba al vestuario sin incomodarse demasiado.
En el segundo tiempo Simeone salió a revertir el resultado y metió en la cancha a Augusto Fernández y Salcedo para darle más contundencia adelante.
Promediando el cuarto de hora River era más que el visitante. Obligaba a Vélez retrasarse en su área.
Ya en la cancha López por Cristaldo quien acusó un calambre en el muslo izquierdo. Delantero por delantero, el dt de Vélez entendió que había que seguir jugando y no quedarse atrás.
Zapata que junto a Papa fueron los dos mejores jugadores que entregó el partido, tuvo un solo error que costó el empate del equipo del Cholo. Nueva prueba para Vélez, el no quedarse con el empate en una cancha como la de River con todo lo que significa y buscar la definición. Prueba que se superó gracias a una gran jugada de Papa que termina con una definición que pega en el travesaño y el uruguayo la empuja de cabeza para sentenciar el 1-2 final.
La alegría fue para el Fortín, después de tanto tiempo que no se festejaba en el monumental, hoy se dio. Falta mucho todavía, pero que los rivales sepan que enfrente hay un equipo que no se las va hacer tan fácil a Boca y San Lorenzo.


fuente: yo fortin

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