A la misma concurrieron integrantes de la comisión directiva, medios partidarios y amigos de siempre.
El Departamento de Prensa le entrego a Mariano, Osvaldo y Lucas Rao, una camiseta con el número 40 en su espalda, haciendo mención al aniversario celebrado.El mediodía del 12 de septiembre de 1968, transcurría como cualquier otro en el estadio Amalfitani. Faltaban 2 horas para enfrentar a Belgrano, por la segunda fecha del campeonato nacional.
La gente de a poco se acercaba al estadio.
Se comentaba todavía la gran victoria lograda en la primera fecha en Tucumán, frente a San Martín por 3 a 1
La escena previa al partido, era la misma a cualquier encuentro de siempre.
Los vendedores de golosinas armaban sus cajas para salir a vender, las gaseosas eran puestas en los plásticos para salir a distribuirlas por el estadio y las banderas y banderines de Vélez empezaban a flamear en una tardecita ventosa. Las pizzerías de alrededor del estadio y la confitería de nuestro estadio que manejaba Don Paco, eran testigos de porciones de pizza de cancha y pastas, que comía la gente antes de ver al equipo de Manuel Giudice.En las inmediaciones, ya se hablaba de un tema de una revista, pero era la mítica Alumni, que ese día era su última aparición y se iba a retirar el tablero electrónico que había en la cancha. Para los mas jóvenes que desconocen el Alumni y son de la generación de los tableros electrónicos, este era un cartel con claves, que uno debía comprar la revista, para saber como iba el resto de los encuentros.
Faltando muy poco para el partido se empezó a escuchar…. A LA V… A LA VELEZ... A LA V…… A LA VELEZ. EL FORTÍN DE VÈLEZ, LA REVISTA
La gente se daba vuelta y se acerco a preguntar. ¿Qué es esta revista? ¿Sale por única vez?
Y los vendedores empezaron a explicar el motivo de la revista.
Ahí estaban mis tíos abuelos José y Antonio Terranova. Mi tío Juan Carlos, mi tío Sarito, Eduardo Forrester (primo hermano de mi padre y pariente de los cinco hermanos Forrester jugadores de la década del 20 y 30), y otros muchachos que empezaron aquella gesta.
Estaban hartos de ver alguna pequeña noticia de nuestro equipo en las revistas y los diarios.
La gente respondió enseguida y al término del partido, en la casa de mis abuelos, en Lope de Vega 1060 (frente a la canchita de Terremoto), la euforia era doble: Vélez ganó el partido y seguía primero, y las revistas se habían agotado.
El primer paso estaba dado. El sueño de hacer una revista de Vélez propia, iniciaba su camino. Y el contagio inicial de una familia, empezó a contar con el apoyo de los anunciantes y del hincha. Siempre que Vélez jugaba de local, la revista estaba presente y el equipo peleaba el campeonato.
Y lo mágico, lo que toda la gente estuvo esperando toda una vida se dio…..VELEZ CAMPEON NACIONAL 1968…y El Fortín de Vélez estuvo ahí y te lo mostró como nadie.
Era un año perfecto. La revista, en su año de bautismo, trajo el primer campeonato.
Y casi sin darnos cuenta, empezaron a pasar los años y los nuevos aniversarios. Pero la alegría propia de seguir estando con el hincha, se contraponía con los sin sabores de los campeonatos, esos que nos dejaron en la puerta del titulo en el ´71, ´79, y ´85.
Hasta qué llego Carlitos Bianchi y cambió la tristeza por alegría. El hijo prodigo, empezaba a cambiar su historia y la del club de sus amores.
Se ganó todo, y lo viste y lo leíste en El Fortín de Vélez. Esa misma revista que te llevo el primer campeonato, que fue la tapa de tu carpeta en la escuela, y la que esperabas los días del partido para saber lo que decía tu ídolo de turno.
Por nuestras hojas pasaron todas las actividades, y la mayoría de deportistas. Desde las máximas estrellas de fútbol, hasta aquel deportista amateur, que solo le importaba representar a Vélez. En 40 años viviste las obras nuevas del estadio, del polideportivo, de la Villa Olímpica, la pileta, los gimnasios, los distintos estadios de Hockey, handbol, Voley, básquet, etc. Hasta las desaparecidas disciplinas de Esgrima y boxeo, pasaron por nuestras hojas.
Conociste las promesas de las inferiores, y con el tiempo te asombrabas de ese chico que leías, ya estaba jugando en primera. Tenías las tablas de posiciones de los campeonatos de fútbol recreativo que estaban debajo de la platea Sur, y hoy están debajo de la Autopista (en el Polideportivo). Leíste sobre el inicio del profesorado de Educación Física y del orgulloso Instituto Dalmacio Vélez Sarsfield. Leíste la revista en el quincho del Polideportivo y en las confiterías nuevas. Profesores, jugadores, dirigentes, entrenadores y hasta empleados del club, pasaron por El Fortín de Vélez.
40 años en 5 décadas ligados a una institución que fue como nuestra revista, pujante en el desarrollo y ambicionando siempre poder ser mejor
SIMPLEMENTE GRACIAS, a todos los periodistas que escribieron en la revista, que hoy, muchos de ellos que eran jóvenes escribas, están en medios nacionales e internacionales, pero pusieron todo de sí, para hacer la mejor nota.
Desde el inolvidable Chango Xarrier que estuvo 39 años con nosotros, hasta la actual Gabriela Castro y Gabriel Castaño, sin olvidar a Cristian Supín y Fabián Romay, que están hace más de 15 años con nosotros.
A los avisadores, que mas que avisadores son amigos. Que cuando la mano venía cambiada, ya sea deportiva como económica, nos apoyaron y nos alentaron para seguir estando.
Al hincha, porque fue consecuente con nosotros en estas 5 décadas, y sin su opinión, su crítica y su apoyo, hubiera sido imposible estar presente durante 40 años.
Al deportista, entrenador, Dirigente, que siempre presto su tiempo y se mostró interesado en hace reportajes.
El Fortín de Vélez nació para que sus hinchas sepan todo lo que pasaba en el club. La crítica tuvo solamente como misión, marcar lo que veíamos mal y creíamos que se podía mejorar. El elogio fue utilizado, sin caer en la tentación de lo desmedido del mismo.
El Fortín de Vélez, no se embandero políticamente con ninguna Agrupación manteniendo una neutralidad necesaria, para poder ser independiente en nuestras opiniones.
El Fortín de Vélez nunca recibió dadivas oficiales de la institución, ni de ninguna agrupación política, se mantuvo siempre independiente con el aporte de los auspiciantes y los lectores.
El sueño de nuestro fundador Osvaldo Pascual Rao, aún sigue vivo.
Su ausencia se siente, pero su legado se mantiene. La difícil misión de seguir un propósito, una idea, se hace simple cuanto tenemos que escribir de lo que mas queremos, que es nuestro amado Vélez Sarsfield.
Cuarenta años junto a ustedes y una frase que patento nuestro padre, que calo en todos los hinchas de Vélez:
“POR UN VELEZ MEJOR DE LO QUE SOMOS Y MAS GRANDE DE LO QUE PRETENDEMOS”
Osvaldo, Mariano y Lucas Rao